En relación a la carta de Enric Roger i Bejiga publicada el pasado domingo, que hacía referencia a una información aparecida en EL PAÍS del miércoles 28 de abril, considero que debería precisarse mucho mejor la figura de Valentí Almirall. Su doctrina fue laica y republicana, pero no de izquierdas. Fue ante todo una doctrina nacionalista, no federalista, sino "particularista", burguesa y mesocrática: la patria es Cataluña y es lo que cuenta, y los partidos deben ser sólo de ámbito catalán.
En la primera parte de Lo catalanisme, Almirall se extiende en consideraciones sobre las "razas" castellana y catalana. Hay en esa parte un racismo claro y corriente en los ambientes de centro derecha de la época, como ha señalado Joan Lluís Marfany en su excelente libro La cultura del catalanisme. Por eso tiene más sentido que Artur Mas reclame la figura de Almirall a que lo haga el senador del PSC Isidre Molas. En cuanto al racismo de Lo catalanisme, baste añadir que se extiende, pasando por Prat de la Riba, hasta el supuestamente progresista Rovira i Virgili, quien criticó a Pi i Maragall por haber defendido durante la guerra de Cuba a los pobres e ignorantes negritos del Caribe.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 4 de mayo de 2004