Barcelona
Dos días antes de la carrera, el circuito de Montmeló vivió ayer otra jornada de locura en azul y amarillo. Fernando Alonso consiguió el año pasado que se incrementara la asistencia de público en unas 10.000 personas y en este se espera que el crecimiento sea aún superior: 15.000 más, para un total de 110.000, cifra que rompería todos los registros en el Circuito de Cataluña.
Ayer, en la primera jornada de entrenamientos libres, acudieron al trazado 53.000 espectadores -6.000 más que en 2003-, que estuvieron coreando el nombre del español cuando se les acercaba y animándole en la pista.
Sin embargo, la locura que está invadiendo en España todo lo relacionado con la F-1 no encontró parangón en el asfalto. Alonso rodó con el mismo Renault que utilizó en Imola y sus tiempos quedaron anclados a casi un segundo (1m 16,5s) del que estableció el alemán Michael Schumacher con su Ferrari (1m 15,6 s) y del segundo mejor, alcanzado en la segunda sesión de entrenamientos por el británico Jenson Button (1m 15,9s) con su BAR. Alonso no escondió que su coche sigue planteándole problemas de conducción porque se muestra excesivamente "nervioso".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 8 de mayo de 2004