Daniel Capella murió ayer en Barcelona, ciudad en la que nació en 1959. Periodista entusiasta e interesado por todo, se había especializado en la comunicación electrónica. Estudió Economía y Sociología en la capital catalana y en los años ochenta colaboró en El PAÍS, siguiendo temas de educación. Pasó luego a La Vanguardia y trabajó también en TVE en Sant Cugat.
Fue uno de los primeros periodistas en descubrir el potencial de los medios digitales. Este empeño le llevó a Madrid, donde trabajó en las nuevas empresas punto.com, como Equality o Factoría de Comunicación. Hace dos años regresó a Barcelona, donde creó su propia empresa, Camaleón de Comunicación. Su hermano, el diseñador Juli Capella, le hizo el logo. Estaba casado y era padre de dos hijos, un niño de cinco años y una niña de tres. Con su eterno pelo pincho, bonachón, amigo de las bromas, excelente colega, será difícil olvidarle.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de mayo de 2004