Un año después de su inauguración el Museo Interactivo de la Música de Málaga (MIMMA) está buscando un lugar que pueda albergar los más de 300 instrumentos antiguos y originales de sus fondos. El museo, situado al lado de un aparcamiento subterráneo, ocupa varios locales bajo la céntrica Plaza de la Marina. Gloria Patón, responsable de acción y difusión del museo, considera que es un lugar con "encanto" pues sus salas están rodeadas por dos murallas de la época nazarí, de hecho la asociación Club de amigos del MIMMA prevé organizar veladas musicales con cena en su salón de actos. A pesar de ello, Patón considera que el MIMMA necesita un emplazamiento "más adecuado" para poder desarrollar sus actividades museísticas y pedagógicas.
Patón realizó el jueves un balance de la labor de la galería en el último año. Desde su inauguración por el MIMMA han pasado 40.780 visitantes, de los cuales 35.480 fueron particulares y 5.300 escolares. Entre las actividades que desarrolla destaca el gabinete pedagógico en el que se enseña a los niños las características y y peculiaridades de los sonidos para que vean como se producen las ondas y las vibraciones, y se les da la oportunidad de tocar los instrumentos.
Como novedad, Patón anuncia la creación de una mediateca formada por partituras y maquetas que trate la música contemporánea de forma vanguardista y que permita la celebración de conciertos en directo.
El museo se inauguró el año pasado con las piezas de la colección privada del investigador en organología Miguel Ángel Piédrola Orta, actual presidente del MIMMA. El viernes, durante la celebración del primer aniversario se homenajeó la labor musical y humana de Gonzalo Martín Tenllado, nombrándole socio de honor, a título póstumo, de la Asociación Club de Amigos del MIMMA y con la entrega a su viuda de un recuerdo del nombramiento. Alejandro Martín Tenllado, hijo del agasajado, agradeció el detalle y aseguró que se trataba "más que de un acto de reconocimiento, de generosidad y de amistad".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 9 de mayo de 2004