Son cuatro ciudades con excesivos problemas incluso para haberse presentado en la carrera.
- La Habana: De sobra son conocidos los problemas económicos que atraviesa Cuba y, sin negar el gran nivel de su deporte, parece fuera de lugar que aspire a organizar un acontecimiento de la envergadura de unos Juegos.
- Estambul: Sigue presentándose inasequible al desaliento, pero es una ciudad caótica y compleja siempre y con una inseguridad que no digiere el COI.
- Leipzig: La ciudad alemana, elegida como un homenaje a la zona oriental del país, que el deporte quiere olvidar como un mal sueño mentiroso por sus métodos de dopaje, tiene el problema añadido de no ser la capital. Y hay demasiados ejemplos en el olimpismo de despreciar ciudades muy dignas, pero que no eran capitales. Por ejemplo, la francesa Lille, que lo intentó para 2004 y ni pasó el corte. Sí, en cambio, Berlín.
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- Moscú: La capital rusa, con serios problemas de inseguridad, fue además la sede más reciente, en 1980, y eso la invalida mucho más que las dos ediciones lejanas de Londres y París. Pero se presenta porque ya se demostró que San Petersburgo, tampoco capital, fue eliminada en otro corte anterior.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de mayo de 2004