"Lo que es bueno para Europa es bueno para España", afirmó el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en su discurso de investidura. Pues el PP defenderá justo lo contrario: "Lo que es bueno para España será bueno para Europa". Y, en todo caso, tanto su líder, Mariano Rajoy, como su cabeza de lista a las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 13 de junio, Jaime Mayor Oreja, se comprometieron a defender en Bruselas los "intereses concretos" de España.
"La octava potencia económica del mundo no debe estar para hacer lo que le digan otros", aseguró Rajoy en implícita crítica a la pretensión del Gobierno socialista de sumar a España al eje París-Berlín. Más explícito: "Europa la construimos entre todos, no es cosa de dos o tres países. Somos 25 naciones. Y nuestra obligación es defender nuestros intereses nacionales".
El Gobierno socialista, según el líder del PP, ha demostrado su impericia y su escaso interés en la defensa de esos intereses concretos de España en la negociación, el pasado día 22 en Bruselas, de la denominada OCM del algodón, el tabaco y el aceite.
"Europa será diferente según quien la construya", aseguró Rajoy para contraponer "a los del estancamiento, el paro, el despilfarro y el déficit", es decir, no sólo a los socialistas, sino también a Francia o Alemania, a quienes no citó en ningún momento. O se puede optar por los del "avance, el empleo, el bienestar y las cuentas claras", es decir, por su partido y, en la UE, por el ejemplo de los socios más entusiastas con la denominada Agenda de Lisboa, es decir, Reino Unido, Portugal o Polonia. Rajoy y Mayor subrayaron la importancia de las elecciones europeas en que una creciente parte de las políticas internas las define Europa. Pusieron como ejemplo el "deseo" del Gobierno de bajar el IVA de los libros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de mayo de 2004