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La izquierda mexicana pide a García Márquez que medie con Cuba

El Gobierno de Fox rechaza apoyar las medidas anticubanas de Washington

La mediación del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez en la crisis entre México y Cuba fue sugerida por miembros de la izquierda mexicana y vista con buenos ojos por el oficialismo. El escritor es amigo de Fidel Castro, reside en México y tiene acceso al presidente. Diputados opositores dijeron, por otra parte, que el rechazo del Gobierno a las medidas propuestas por EE UU contra el régimen cubano puede contribuir a distender el choque.

"Sería espléndido que un excelente ser humano como García Márquez pudiera contribuir a que esto se arregle", declaró el legislador Diego Fernández de Cevallos, líder del grupo de senadores del gobernante Partido Acción Nacional (centro-derecha). La prensa local atribuyó a dirigentes del opositor Partido de la Revolución Democrática (izquierda) la iniciativa de que el autor de Cien años de soledad colabore en la solución de la crisis. El presidente mexicano, Vicente Fox, retiró el pasado fin de semana a su embajadora en La Habana y expulsó al embajador cubano y a su consejero político argumentado que el Gobierno de Castro había ofendido a México interviniendo en sus asuntos internos.

El cruce de reproches o acusaciones se mantuvo durante los últimos días y dividió a la sociedad y a la clase política mexicana porque la revolución cubana es casi tema doméstico en los debates de este país. Todo comenzó tras el discurso de Castro del primero de mayo sobre el voto de México en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra en contra de la política de Cuba y la nota diplomática cubana que acompañó la deportación de un empresario mexicano, en la que se incriminaba a funcionarios mexicanos. Los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países cruzaron después reproches y acusaciones que nada arreglaron.

El gobernante mexicano, sin embargo, rechazó este viernes el embargo y la nueva ofensiva de EE UU contra la isla subrayando que México no aceptará ninguna intromisión extranjera en los asuntos internos de Cuba. El ministro de Exteriores, Luis Ernesto Derbez, se declaró dispuesto a reunirse con su homólogo cubano, Felipe Pérez Roque, para reconsiderar la crisis.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de mayo de 2004