¿Ustedes saben lo que es una dalieda? Yo no lo sabía hasta que visité los jardines que se encuentran en la Junta Municipal de Arganzuela entre el invernadero y las nuevas dependencias del Centro Cultural Casa del Reloj, inaugurados hace menos de dos años.
Los jardines son la Dalieda Botánico Cavanilles y están dedicados a la dalia y al botánico que le dio el nombre. En esta dalieda también me enteré de que la dalia procede de México, de donde es la flor nacional, y que era empleada medicinalmente contra la epilepsia. Por eso cuando por EL PAÍS de hoy (7 de mayo de 2004) me entero de que van a convertir esta plaza en un enorme agujero [para meter una máquina tuneladora] siento una profunda tristeza por la destrucción de este jardín y de su entorno, de los que vengo disfrutando desde hace algunos años.
El patrimonio ambiental, cultural e histórico de esta ciudad no es tan abundante como para eliminar o dañar espacios y edificaciones que siempre enriquecen nuestra vida y nuestra cultura.
No pretendo discutir si la M-30 es una calle o una carretera, ni si es necesaria una evaluación de impacto ambiental -que lo es- o si es de interés general o no el túnel bajo el Manzanares. Sólo se que se va a degradar uno de los espacios más bonitos e interesantes de esta ciudad.
Espero que Madrid no corra la misma suerte que La Ciudad sin Nombre -La leyenda de la ciudad sin nombre (Paint your wagon, Joshua Logan, 1969).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de mayo de 2004