Los dirigentes de Esquerra Republicana (ERC) están convirtiéndose en maestros en el manejo de la paradoja y en la desmitificación de sus propios mitos sin renegar de ellos. Uno de los más destacados, el conseller en cap del Gobierno catalán, Josep Bargalló
, sorprendió ayer con una afirmación de fe en España del todo inusual en el discurso del independentismo. La Cataluña actual necesita una España que funcione, dijo Bargalló, porque "no se prospera formando parte de un todo que retrocede".
Bargalló hablaba ante unas 150 personas que acudieron a oírle disertar en el Ateneo Barcelonés. El título de la conferencia era Cataluña 2014. Ante este público mostró su confianza en que Cataluña "será en 2014 un pueblo libre en Europa". Recordó que en 2014 se conmemorará el tercer centenario de la caída de Barcelona en manos de los ejércitos borbónicos y el fin de la Guerra de Sucesión, y afirmó que confiaba poder "celebrar con una victoria la efeméride de aquella derrota".
Pero eso no debe ser intepretado, advirtió, como una afirmación de antiespañolismo. "Yo no soy antiespañol. Es más, España es un país que me gusta. Un país en el que hay muy buena gente. Y nuestro catalanismo no es antiespañol: es europeísta". A todo esto agregó el conseller en cap su convicción de que este independentismo puede ser comprendido en España. Basó esta opinión en encuentros recientes que ha tenido en Madrid con empresarios y líderes de opinión. "Mi experiencia es que explicando nuestro proyecto es posible encontrar complicidades; cuando no es posible encontrarlas es cuando no se explica", afirmó.
A la conferencia le siguió un coloquio en el que los asistentes se interesaron por las pensiones a los jubilados, la paridad de género, la vivienda y la especulación inmobiliaria. Uno de los oyentes preguntó si ERC tiene una fórmula jurídica para la independencia en 2014. La respuesta fue que este tipo de fórmulas han de hallarlas los políticos antes que los juristas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 11 de mayo de 2004