Los municipios que han agotado el límite legal previsto para autorizar centros comerciales en su territorio no podrán solicitar a la Generalitat nuevos planes para aprobar más aperturas. Así lo estableció ayer el Gobierno catalán a través de un decreto, que prevé que esta medida dure un año, hasta que se revise la norma actual sobre aperturas de grandes centros. La decisión afecta, entre otros, a los municipios de Vic, Igualada, Tortosa y Lleida, según el Departamento de Comercio, Turismo y Consumo. Los ayuntamientos que no hayan alcanzado el límite, como Esplugues de Llobregat y Cerdanyola, podrán autorizar más aperturas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de mayo de 2004