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OPINIÓN DEL LECTOR

Torturas en Irak

Si hay dos característica comunes que definen a todas las guerras, es que son una indefectible fuente de dolor y sufrimiento y que propician situaciones en las que aflora toda la ignominia y maldad que encierra la condición humana. Así, no ha habido guerra en la que no se haya torturado, humillado y maltratado, en la que no se hayan pisoteado los derechos mas elementales y la dignidad humana. Sería ingenuo pensar que la de Irak iba a ser una guerra distinta, y no creo que quienes la desencadenaron, pequen precisamente de ingenuidad. Era de suponer que se cometerían tropelías. Ahora, además de suponer, lo hemos visto. Muy bien, se investigarán los hechos, se juzgará a los responsables y se condenará a los culpables. Pero ¿quién investigará las causas reales de la guerra?, ¿quién juzgará a quienes la instigaron, declararon y apoyaron?, ¿quién condenará a los últimos culpables?

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 12 de mayo de 2004