Cuatro días después de que haya dejado de funcionar, la empresa Trammet, que gestiona los tranvías del Baix Llobregat y del Besòs, sigue sin conocer la causa que han originado el cúmulo de fallos que ha forzado a dejar de dar servicio a los usuarios. Los responsables de la sociedad esperan volver a poner en marcha el tranvía el próximo lunes, pero tampoco están convencidos de poder hacerlo, según reconoció ayer su portavoz. Los técnicos, que pese a todo prosiguen con el arrancado del aislante bituminoso que separa el raíl de la plataforma de cemento, están a la espera de los análisis encargados a un equipo de la Universidad Politécnica de Cataluña y de lo que pueda dictaminar la empresa alemana Thyssen, que ha suministrado este material.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de mayo de 2004