Poco a poco el Gobierno catalán va tejiendo su red contra las grandes superficies, en beneficio, así lo creen, del pequeño comercio. El minucioso trabajo con el que pretenden dinamitar esta modalidad comercial comenzó con el anuncio de la restricción del actual marco en materia de horarios comerciales y domingos y festivos de apertura, de 90 a 72 horas semanales y de 12 a 8 el número mínimo de festivos hábiles para el comercio. Luego anunciaron la realización de una encuesta entre la población para determinar si la liberalización es una demanda real de la sociedad. ¿Adivinan cuál será el resultado? Ahora aprueban un decreto por el que se suspende, por un periodo de ocho meses prorrogables a un año, la concesión de licencias de grandes superficies en los municipios que rebasen los límites de crecimiento de la actividad comercial. ¿Qué será lo siguiente?, ¿poner en busca y captura a todos aquellos consumidores partidarios de la liberalización, y no permitir la apertura de los híper los días pares de las semanas nones de los años bisiestos? ¡Pero por favor!, ¿a qué juega el tripartito? En vez de dinamizar el pequeño comercio, se preocupan de dinamitar a las grandes superficies.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de mayo de 2004