La selección española sub 17 volverá a luchar por el título europeo, en esta oportunidad frente a Francia, tras deshacerse de Inglaterra de forma agónica, con un penalti muy protestado por el cuadro británico en el último minuto que transformó la gran estrella hispana, el medio del Arsenal Cesc. Si contra Francia en la primera fase la mala fortuna traicionó al equipo de Santisteban, en esta oportunidad se presentó la buena suerte en forma del penalti del capitán inglés, Noble, por agarrón al sevillista Diego Capel que se disponía a controlar un balón.
Esta acción decantó un partido muy complicado para una selección española que había comenzado de forma autoritaria, brillante y eficaz, y que luego sufrió mucho para evitar que Inglaterra se hiciera con el mando en el marcador. Tan esperanzador fue el inicio de los chicos de Santisteban que a los 43 segundos Cesc ya había estrellado un balón en la escuadra izquierda de la meta de Ben Alnwick y que a los diez minutos el también villarrealense Marcos García establecía el 1-0 al culminar una bella combinación atacante.
Pero los ingleses no tardaron en llevar el equilibrio al marcador. Fue en un error clamoroso de la zaga, que no acertó a despejar un córner botado por Reid y el balón, tras tocar en el pie de un sorprendido portero Antonio Adán, se coló en la meta hispana.
Inglaterra se creció hasta límites insospechados y España perdió el control del juego. Santisteban dio entrada a Jonathan y Diego Capel y España, con más dinamismo, se reencontró consigo misma. La marcha por lesión de Reid también alivió el panorama español.
No parecía que el marcador pudiera variar, hasta que llegó la jugada del penalti, que metió a España en la final. Su rival, el sábado, en Chateauroux, será Francia, que eliminó a Portugal (3-1) y con la que perdió en la primera fase por 1-0.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de mayo de 2004