Después de lo leído en estos últimos días, me planteo tres preguntas que creo de interés general:
1. ¿Asumir la responsabilidad no quiere decir hacerse responsable de aquello que se dice asumir? 2. ¿El responsable de un delito no debe ser perseguido por la justicia? 3. ¿La tortura y vejación de prisioneros de guerra no son delitos?
Si, como creo, la respuesta es sí en los tres casos, no entiendo que el señor Rumsfeld no esté procesado por los tribunales competentes, por muy poderoso que sea. Ya sabemos que, aunque todos somos iguales ante la ley, unos somos más iguales que otros, pero me gustaría que fuesen un poco menos cínicos.
Con su tipo de responsabilidad asumo yo cualquier cosa, desde las dos guerras mundiales al diluvio universal. Esperemos que los electores americanos sí hagan responsable al señor Rumsfeld y a quienes le apoyan, ya que su justicia no lo hace.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 13 de mayo de 2004