Con la misma naturalidad con que acepto que CiU, después de estar 23 años remenant les cireres en el país, ahora que está en la oposición no deje escapar la oportunidad de criticar cualquier cereza poco madura de las que cultiva el tripartito, también exijo que el Ejecutivo que preside Pasqual Maragall no ahorre a la opinión pública cualquier detalle de cómo se ha encontrado el huerto institucional después del cambio de manos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de mayo de 2004