Barcelona
El escenario de la jaima, en el recinto del Fórum, acogió anoche la primera actuación barcelonesa de una de las voces que más están dando que hablar en el campo de las ahora llamadas músicas del mundo: Susheela Raman. La cantante londinense de origen indio actuará nuevamente esta noche y mañana en el mismo escenario (a las 22.45 horas) presentando su segundo disco, el muy aclamado Love trap. "Es posible guardar las tradiciones y al mismo tiempo buscar nuevas vías", explicó la cantante indobritánica a este diario.
Si fuera necesario buscar una imagen para colocar en las etiquetas de world music, mestizaje u otras similares, ésta reproduciría a Susheela Raman. Nacida en Londres en 1973, de padres indios, emigró a Australia de niña y se inició en la música por la vía más espiritual de la tradición clásica del sur de la India. De regreso a Londres contactó con músicos británicos, franceses y africanos para crear un estilo personal que introduce elementos tomados tanto de otras músicas de raíz como de la electrónica más contemporánea.
Cultura urbana
"No creo que deba preocuparme por definiciones o etiquetas, mi música es algo natural", explicó Susheela Raman a este diario. "Vivo en un núcleo urbano y he contactado con músicos que proceden de núcleos urbanos como yo. Simplemente hacemos música urbana". El concepto de cultura urbana se repite a menudo en la conversación de Susheela Raman. "Vivir en París o en Londres es como ser un viajero del mundo y eso significa ser capaz de asumir el intercambio cultural".
Raman es un claro ejemplo de las nuevas generaciones de británicos descendientes de indios que luchan por compaginar su tradición milenaria con la cultura de su país de nacimiento. "Londres es una ciudad en la que intentan convivir culturas muy diferentes", explica. "A veces, más que fusión, lo que se produce es colisión, porque no todas las cosas pueden convivir al mismo tiempo y se crean innumerables contradicciones. Pero esas contradicciones son un reto que nos empuja a avanzar".
La música de Susheela Raman es muy londinense, pero se basa esencialmente en la música carnática, la música clásica del sur de la India, de contenido espiritual y religioso, que en manos de intérpretes como ella alcanza una secularización no exenta de sensualidad. "La religión es muy importante en la música clásica india, forma parte de nuestro patrimonio cultural, de la herencia de nuestros padres, y debemos aceptarla. La religión está ahí para que aprovechemos lo que tiene de bueno, no para que la sigamos con los ojos cerrados. La música carnática está muy enraizada en el sur de la India y en un principio, al alterarla, se podía crear una cierta confusión, pero debemos asumir esa confusión como parte del proceso natural de crecimiento".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de mayo de 2004