La resolución del Congreso de los Diputados de apoyar el repliegue de las tropas españolas enviadas a Irak por el Gobierno de Aznar ha llegado tardíamente. Aun así ha demostrado que hay una mayoría absoluta del Congreso en favor de esta retirada: 186 votos procedentes de todos los grupos de la Cámara, con la sola excepción del Partido Popular, que con sus 141 votos en contra ha querido escenificar una vez más una falsa unanimidad en torno a la política dictada por Aznar sobre la guerra. El Grupo Popular no está en sintonía siquiera con una parte importante de sus propios votantes. Tal como refleja el barómetro hecho público ayer por el Centro de Investigaciones Sociológicas, casi un 77% de los ciudadanos apoyan la salida inmediata de las tropas de Irak, los mismos que rechazaron en su día la guerra.
La mayoría del Congreso que aprobó la resolución de ayer sintoniza con la mayoría de los ciudadanos, lo cual es bueno en democracia. El PP ni siquiera ha rectificado en sus apreciaciones de esta guerra cuando un año después el mundo es más inseguro, en parte debido a este conflicto, el caos reina en el país ocupado y los ocupantes, especialmente EE UU, sufren una terrible pérdida de credibilidad por los inmorales, inhumanos e ilegales malos tratos y torturas a prisioneros en Irak. Sería hora de que el PP se distanciara de Aznar -muy libre de ir a llorar en el hombro de Bush para buscar no se sabe qué- y reconsiderara su apoyo inquebrantable a una guerra equivocada, ilegítima e ilegal.
La Cámara no pudo votar la semana pasada, cuando el presidente del Gobierno acudió a dar explicaciones sobre la retirada, porque el PP no lo permitió. El Gobierno socialista tomó su decisión antes de informar o siquiera poder consultar al Parlamento, lo que no debería repetirse. Pero su decisión concuerda con el sentir abrumadoramente mayoritario de los ciudadanos. Justo al contrario de la decisión de Aznar de apoyar en las Azores la estrategia de Bush y mandar posteriormente tropas a Irak. Una diferencia fundamental.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de mayo de 2004