En varios hospitales del Estado de Río de Janeiro murieron 15 bebés la semana pasada, supuestamente tras haber recibido inyecciones de suero "contaminado" de la empresa Ganutre. La cifra puede aumentar. Las autoridades sanitarias confirmaron que otros 33 recién nacidos están presentando problemas y 24 de ellos han desarrollado la infección tras haber recibido el suero. El pánico ha corrido entre las madres, que temen por la vida de sus hijos.
Un delegado de Represión de Delitos contra la Salud ha visitado los seis hospitales donde murieron los bebés, que recibieron el suero por vía intravenosa. Vigilancia Sanitaria explicó que 105 bolsas de suero de la empresa Ganutre fueron "manipuladas" el pasado día 4, fecha de la posible infección. La mayoría de los bebés muertos eran de familias pobres, muchas de ellas de los suburbios, que ayer se quejaban de las precarias condiciones de los hospitales públicos del Estado.
Una joven madre, Cláudia Galdino, afirmaba desconsolada que todos son responsables. También los médicos, decía, porque deberían tener la obligación de analizar el suero antes de inyectarlo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 14 de mayo de 2004