Ustedes cambiaron el nombre de mi calle y yo, gracias a esa gracia, tuve que ir a la Agencia Municipal de Recaudación a cambiar mi dirección, pues no me llegaba el recibo del IBI. Esto representó hora y media o dos horas de cola, no me acuerdo bien, pues fue el año pasado, el 2003.
Este año tampoco me ha llegado; una hora de cola para que me lo den, como se equivocaron en la referencia, tuve que volver, otra hora y pico de cola para pagar mis impuestos al Ayuntamiento.
Estando en la cola leo un aviso en el que se informa que el Impuesto sobre Vehículos a Motor hay que pagarlo antes del 31 de mayo. Curiosamente, tampoco me ha llegado. Cuando termine de escribir esta carta y de echarla, me tengo que acercar a la plaza de la Encarnación a subsanar nuevamente la incompetencia de su Ayuntamiento.
Si son ustedes incompetentes para cobrar, ¿qué es lo que hacen bien? ¿Le sobra el dinero al Ayuntamiento? Pues uselo en el Metro.
A nadie le gusta pagar impuestos, señor alcalde, a mí tampoco, pero ya que tengo que hacerlo, lo hago. Sólo le pido que no me roa las ganas que tengo de hacerlo.
Si se acerca usted a las oficinas de la Agencia Municipal de Recaudación que están en la plaza de la Encarnación, vera a ciudadanos que hacen cola para pagar. ¿Qué hace usted para mejorar los servicios que están, supuestamente, para mejorar el servicio al sevillano, señor alcalde?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de mayo de 2004