El Partido Popular denunció ayer que la Consejería de Educación "da la espalda a la comunidad educativa", a los sindicatos, partidos y padres de alumnos por poner los exámenes extraordinarios de la ESO y el Bachiller en junio en vez de en el mes de septiembre.
El secretario general del grupo parlamentario popular, Rafael Salas, dijo en conferencia de prensa que "nadie entiende que un alumno pueda recuperar todo un curso al día siguiente", en alusión al calendario escolar que fija las pruebas extraordinarias de la ESO o exámenes de recuperación para los días 23 y 24 de junio, cuando las clases finalizan el día 22.
Salas aseguró que aún se está a tiempo de modificar la orden que regula el calendario escolar, y hacer que esas pruebas extraordinarias se celebren en septiembre, como, insistió, demandan todos los sectores educativos, sindicatos y partidos con representación parlamentaria, menos el PSOE.
La decisión "unilateral" de la consejería de fijar los exámenes en junio se debe, según Salas, "a la oposición pura y dura de la Junta de Andalucía a todo lo que viniera de Madrid", e insistió en que se trata de una decisión "irresponsable, equivocada e incomprensible desde el punto de vista pedagógico".
Flexibilización
El portavoz de Educación del Partido Popular andaluz, Santiago Pérez, pidió una flexibilización de la ratio profesor-alumno, ya que en muchos casos ese límite de alumnos por profesor y aula se sobrepasa sólo en uno, dos o tres alumnos y "eso evita males mayores" relacionados por problemas de escolarización.
Pérez aseguró que, aunque la Consejería de Educación argumente con que el 98,5% de los alumnos andaluces de enseñanzas obligatorias sean escolarizados en primera opción, el porcentaje restante se eleva a 4.000 alumnos o 4.000 familias que deben afrontar esos problemas de escolarización de sus hijos.
También dijo que, cada comienzo de curso escolar, esa cifra es mayor y se eleva a entre 8.000 y 10.000 alumnos andaluces que sufren problemas para ser escolarizados.
Santiago Pérez pidió igualmente más conciertos con centros educativos para propiciar la escolarización de niños de tres años, en condiciones y no como, señaló Salas, se escolarizan en el barrio sevillano de Sevilla Este "en caracolas [casas prefabricadas] y sin material pedagógico".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de mayo de 2004