José María Aznar, ex presidente del Gobierno, dijo ayer en Los Ángeles que se sentía horrorizado por las imágenes de soldados estadounidenses torturando a presos en la cárcel iraquí de Abu Ghraib, y que confiaba en el castigo de los autores de los malos tratos. "Las imágenes eran terribles y los actos, horrorosos. Condeno todo tipo de tortura. Por lo tanto, espero que los responsables serán castigados", dijo Aznar a la agencia Associated Press. Según la información que ha recibido, Aznar afirmó que las humillaciones no han sido generalizadas, pero se mostró también convencido de que la imagen de EE UU ha resultado enormemente perjudicada por el contenido de las fotos que han dado la vuelta al mundo: "Sin ninguna duda, es un golpe muy duro".
Aznar declaró también que es injusto comparar las humillaciones sufridas por los presos a manos de los soldados con la forma en la que los encarcelados del régimen de Sadam Husein eran tratados en la misma prisión de Abu Ghraib: "La diferencia con el Irak de Sadam Husein es que la tortura y el asesinato eran sistemáticos, y si alguno lo denunciaba, también era asesinado. En una democracia, estas cosas pueden denunciarse, y deberían corregirse y pueden serlo, y estoy seguro de que lo serán".
En sus declaraciones a AP, Aznar añadió que confía en que el nuevo Gobierno español mantendrá la guerra contra el terrorismo como él hizo y reiteró sus críticas a la decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de retirar las tropas españolas de Irak: "Han enviado un mensaje inapropiado a los terroristas, y quiero pensar que los terroristas no necesitan recibir ningún otro mensaje que no sea el de su clara derrota. Creo que cualquier otro mensaje que sea inapropiado o que debilite la coalición internacional contra el terrorismo es un error".
Aznar está en EE UU desde mediados de esta semana, acompañado por Ramón Gil-Casares, ex secretario de Estado de Asuntos Exteriores, y por Alejandro Agag, su yerno, para asistir a diversos actos de privados, presentar su libro Ocho años de Gobierno. Una visión personal de España y mantener diversos contactos.
Después de haber pasado por Nueva York el miércoles, el ex presidente se trasladó el jueves por la noche a California. Ayer recibió la Medalla de Ciudadano del Mundo de la Universidad Chapman, cerca de Los Ángeles, universidad a la que está ligado el embajador de EE UU en España, George L. Argyros.
El martes Aznar estará en Washington para preparar su próximo curso en la universidad de Georgetown y para entrevistarse con el presidente, George W. Bush. El encuentro será privado, sin fotos ni conferencia de prensa, según un alto funcionario del entorno presidencial: "Se trata de una entrevista entre dos amigos, como son el presidente Bush y José María Aznar, y no habrá ninguna comunicación oficial sobre ella".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de mayo de 2004