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LA POSGUERRA DE IRAK | El traspaso de la soberanía

Blair: "Seguiré hombro con hombro con Bush"

Tony Blair desmintió ayer las especulaciones sobre una eventual dimisión y decepcionó a quienes le piden que se distancie de Washington: "Voy a seguir hombro con hombro junto a George W. Bush", puntualiza en una entrevista con The Independent, un diario que siempre ha estado en contra de la invasión de Irak. Una vez más, lo significativo no es lo que dice el primer ministro, sino que tenga la necesidad de aclarar cosas tan obvias como que quiere seguir y que no piensa distanciarse de EE UU por mal que vayan las cosas en Irak. En la entrevista, Blair se reconoce "frustrado" porque la crisis iraquí ha ensombrecido los logros del Gobierno en economía, empleo o servicios públicos.

De manera significativa, el debate sobre Irak se centra en cómo puede el Reino Unido salir de ese avispero. Es habitual leer en la prensa comentarios de fervientes partidarios de la invasión que se preguntan ahora si no fue todo un inmenso error, e incluso llegan a admitir que quizá Francia tenía razón y la única opción sensata era mantener las inspecciones de la ONU. Entre esos autocríticos no está el primer ministro. "Quienes han visto a Blair recientemente, amigos o críticos, se han quedado alarmados al ver la poca cuenta que se da de la gravedad de nuestra situación", se quejaba ayer el siempre crítico Robin Cook. "Increíblemente, Blair no sólo no está buscando la puerta de salida, sino que se dirige perversamente a expandir la porción de Irak bajo ocupación británica porque Bush le ha pedido 5.000 soldados británicos más para sustituir a las tropas de EE UU en Nayaf", se lamenta el ex ministro de Exteriores.

Pero Blair reniega de "esa idea de que cuando llegan los malos momentos hay que empezar a meter en líos a tu principal aliado". "Lo siento mucho, pero no es eso lo que voy a hacer", dijo ayer. Los ataques más profundos le han llegado estos días a través del prolaborista The Guardian. "Presiones a Blair para que se vaya", titulaba en la apertura de su edición del jueves. "Blair, instado a romper lazos con EE UU", rezaba la primera página de ayer. El Guardian lleva días especulando con una pronta renuncia de Blair a favor del ministro del Tesoro, Gordon Brown, y ha presentado como un paso en esa dirección una reciente cena de Brown con el magnate de la prensa, Rupert Murdoch, que controla el Times y el Sun, entre otros medios. "Olvídense de la histeria de los medios de centroizquierda", advertía ayer en el Times Peter Riddel, uno de los comentaristas políticos más respetados. "Ni el Gabinete ni el grupo parlamentario van a echar a Blair. Y no da señales de que quiera dimitir".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de mayo de 2004