En abril maceraron retama y azahar; en mayo, un mar de rosas cuya fragancia sumergió a la ciudad durante todo un mes en una niebla invisible, dulce como la crema". La ciudad a la que se refiere Patrick Süskind en su novela El perfume es Grasse, una villa medieval francesa fundada en las alturas de Cannes en el siglo XII y considerada la capital mundial del perfume. Aquí es donde los maestros perfumeros, también conocidos como nez (narices), se entrenan durante años para distinguir las más de 5.000 esencias que, sabiamente mezcladas -como las notas musicales en una sinfonía-, se convertirán en las codiciadas fragancias de Givenchy, Cacharel, Guerlain, Hermès, Ricci o Chanel, y también donde, arropadas por el sol y la brisa del Mediterráneo, se cultivan algunas de las flores más delicadas del mundo, como el jazmín de Grasse, principal componente del perfume Chanel N° 5 (del que Marilyn Monroe dijo que unas gotas era lo que se ponía para dormir) y 10 veces más caro que el jazmín de la India, o las mimosas, nardos, narcisos, rosas y lavandas de las que se destilarán los aceites esenciales empleados en la fabricación de perfumes, jabones y cosméticos; se necesitan entre cinco y seis toneladas de pétalos para extraer un litro de esencia.
En Grasse existen unas 40 empresas dedicadas al negocio del perfume, que mueve cada año más de 400 millones de euros, aunque sólo tres destilerías históricas -Galimard, Fragonard y Molinard- abren al público.
En primavera, la reina de Grasse es la centifolia, una pequeña rosa de sutil aroma, a la que se dedica una gran exposición anual, Exporose, que este año se celebra del 20 al 23 de mayo y tendrá como país invitado a China. Durante cuatro días, en los salones de la Casa Museo Fragonard se exhibirán más de 30.000 rosas de las variedades más exquisitas del mundo, una exposición que se completa con espectáculos de danza, concierto, mercados de plantas, batallas florales y actuaciones en la calle.
- Oficina de turismo de Grasse (00 33 493 36 66 66; www.ville-grasse.fr).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 15 de mayo de 2004