Por tercera vez en dos mandatos de signo distinto, una estatua ha hecho estallar un cúmulo de declaraciones a favor y en contra de su instalación en Granada. Primero fue el caballo colocado sobre la fachada del Ayuntamiento, después, una imagen del alcalde franquista Antonio Gallego Burín. Ahora es una escultura de la patrona de Granada, la Virgen de las Angustias, cuya instalación en una rotonda del barrio del Zaidín apoya el PP.
El PSOE se opone porque considera que ese lugar no es el más indicado para una imagen religiosa. "Deben estar en las iglesias", afirmó ayer el portavoz municipal socialista Juan Montabes. "Si finalmente se coloca, podríamos entrar en una espiral en la que cada barrio podría reclamar una estatua de su santo", añadió.
Y lo mismo IU, que cree que a Granada le sobran símbolos religiosos y específicamente católicos. "Hay muchos otros valores a los que hacer un monumento, como la dignidad de las mujeres maltratadas o la paz", dijo Manuel Morales, concejal de la coalición.
Pero no se oponen sólo los partidos. La oposición a la estatua ha unido a asociaciones tan dispares como Granada Laica y la Hermandad de la Virgen de las Angustias, que entiende que el monumento es innecesario y polémico y podría sufrir actos vandálicos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de mayo de 2004