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Editorial:

Madrid preolímpico

Madrid pasó con holgura el primer corte en el proceso de designación de la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de 2012. Disputará la selección final, dentro de un año, con París, Londres, Moscú y Nueva York. Según las puntuaciones del comité dadas a conocer ayer en Lausana, por el momento ha quedado valorada en segundo lugar. Los datos mueven al optimismo. Madrid es la mejor valorada en seis aspectos: apoyo gubernamental, apoyo popular, infraestructuras generales, instalaciones deportivas, villa olímpica y transportes. Sólo arrastra lastres (corregibles) en los alojamientos y en el apartado de seguridad. Con estos precedentes, hay todo el derecho a pensar que Madrid está en buenas condiciones de luchar por la victoria en la votación decisiva.

Las otras finalistas son representativas de países con una impresionante tradición deportiva. Es un gran desafío, pero hasta ahora Madrid ha respondido con enorme eficacia. El proyecto ha funcionado en todos los niveles, sin fisuras administrativas o políticas. Al impulso inicial del Ayuntamiento se han añadido los partidos, la administración deportiva y el Gobierno de la nación. El apoyo de Zapatero, escenificado esta semana en la reunión que mantuvo en La Moncloa con los responsables de la candidatura, cierra un círculo que recuerda al que se produjo con Barcelona 92. Nuevamente el país y la ciudadanía se comprometen con entusiasmo en un proyecto decisivo para una de sus ciudades. En un momento en que se han cuestionado los valores de la cohesión territorial, se vuelve a producir la unanimidad más alentadora en torno a un objetivo compartido.

Madrid es una ciudad enérgica y creativa. Pero también necesita un estímulo colectivo que la articule para el futuro y que acabe con los déficit urbanísticos y sociales que se han producido en medio de un desarrollo alocado. El proyecto olímpico es la mejor respuesta a esas necesidades. Lo fue en Barcelona y debería serlo en Madrid. Los primeros síntomas parecen inmejorables.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 19 de mayo de 2004