"En La Mina nos hemos quedao los aguantadores". Así de claro se lo decía ayer una ama de casa del colectivo de mujeres Iris al candidato de CiU a las elecciones europeas, Ignasi Guardans, y al concejal en Barcelona Xavier Trias, con quienes mantuvieron una breve reunión a media tarde en el barrio de La Mina (Sant Adrià de Besòs). La portavoz del grupo se refería a lo insoportable que resulta compartir escalera con una minoría que trafica con droga y que envenena la convivencia. Minutos antes, los dos políticos se habían reunido con varios representantes del Grupo Unión (salesianos) que organizan actividades educativas para los niños cuando éstos salen del colegio. Los anfitriones pidieron amablemente que no se les tomaran fotografías con los dos visitantes. La comitiva de CiU llegó a la cita con tres cuartos de hora de retraso sobre la hora prevista.
A los "aguantadores" clásicos de La Mina, ansiosos de que su barrio llegue a ser cuanto antes uno más del panorama metropolitano, hay que añadir algunas entidades, como el Grupo Unión y otras, que empiezan a estar hartas de que un día sí otro también acudan los políticos de turno a darse el paseíllo en un enclave marginal por excelencia.
Uno de sus miembros, que pidió que se le mantuviera en el anonimato para no parecer descortés con los huéspedes, lamentaba que hace algún tiempo no se les acercara nadie y que ahora los políticos no paren de acudir sin ton ni son antes, durante y después de todos los comicios. Como él, otras personas que llevan años trabajando allí en distintos ámbitos asistenciales se muestran reacias a aparecer en la foto junto a los candidatos que sean (ayer los de CiU, pero con el resto, otros días), porque como decía uno de los interlocutores "este es un espacio político complejo y de lo que se trata es de que trabajen de forma consensuada y sin hacerle el juego a nadie".
El recorrido que los dirigentes de CiU hicieron ayer se justificó diciendo que el cabeza de lista de las elecciones europeas quería informarse sobre el terreno de la marcha de los distintos programas financiados con fondos sociales comunitarios.
Xavier Trias presentó a Guardans a la veintena de mujeres que les esperaban para tomar café, ataviadas con camisetas negras. El concejal barcelonés se interesó por saber si la gente se marcha de La Mina, a lo que le respondieron que antes sí y ahora no tanto. Todas lamentaron que sus hijos "a la que dicen de casarse se quieren ir de aquí. Es una pena".
El edil les preguntó si no temen que "si tiene éxito el Fòrum esto se ponga muy caro". Ellas se mostraron más preocupadas por "los problemas gordos que pasan dentro de algunas escaleras y porque la gente nueva que viene es peor".
Citaron alguna nacionalidad de los recién llegados (paquistaníes), pese a que la presencia de inmigrantes extranjeros en La Mina sigue siendo mucho menor que en otros barrios de Barcelona y su área metropolitana.
Guardans habló poco, pero les pidió que tengan presente que el día de San Antonio (13 de junio) se votará a los representantes al Parlamento Europeo. "Me voy allá a mandar dinero para acá", añadió el cabeza de lista de la formación nacionalista catalana, al que Trias matizó que en el barrio "faltan más cosas que dinero". La comitiva finalizó el recorrido en la emisora de radio La Mina. Poco después de terminado el paseíllo convergente, empezaba otro con la llegada al barrio del alcalde de Sant Adrià, Jesús María Canga (socialista), y la consejera de Bienestar y Familia, Anna Simó (Esquerra Republicana), para inaugurar la semana cultural de La Mina.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de mayo de 2004