La velocista estadounidense Kelli White, doble campeona del mundo en París en 100 y 200 metros, fue suspendida por dos años por la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) al habérsele detectado EPO en un control. White ya había dado positivo con Modafinil, un psicoestimulante.
La atleta no sólo ha aceptado la suspensión, sino que ha confesado haber "hecho trampas". Incluso añadió: ""No solamente me he hecho trampas a mí misma. También se las he hecho a mi familia, a mis amigos y al deporte. Siento haber tomado una decisión equivocada", comentó White, que debido a esta suspensión, no podrá correr en los Juegos de Atenas.
White, que admitió haber ingerido sustancias dopantes indetectables para llegar a su máximo nivel, ha decidido aceptar sus errores y ayudar a la USADA en sus esfuerzos por limpiar el mundo del atletismo de las sustancias prohibidas. En relación con la posibilidad de reducir la sanción a aquellos atletas "arrepentidos", según la IAAF, "normalmente el atleta debe cumplir al menos un año de suspensión antes de solicitar ese beneficio".
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de mayo de 2004