Antes de Navidad, el duque de San Carlos, presidente de Patrimonio Nacional, le pidió un anteproyecto sobre la decoración de los espacios que iban a ser utilizados en la boda real: las plazas de Armería y de la Almudena y la catedral. Vicens, autor de una sola obra de arquitectura efímera (decorar Madrid durante la visita del Papa) superó la prueba. De la Casa del Rey sólo recibió tres indicaciones: "sobriedad, nada de alardes y, a ser posible, utilizar los tapices de Patrimonio". Esto le entusiasmó. "Tenemos una inmensa riqueza en tapices, que está almacenada. Las series abarcan desde el siglo XVI hasta el XVIII y representan las mejores manufacturas flamencas y españolas". Hombre locuaz, echa mano de la prudencia cuando se le menciona el mérito de tener que resolver la puesta en escena de una catedral tan poco agraciada. "Es de las menos felices", reconoce, "y el mérito está en disimularlo, en lograr que pase inadvertida y que sólo resalten los novios, que son los protagonistas". Algo más tendrá que ocultar: 52 cámaras de televisión que todo lo verán.-
Ignacio Vicens
Edad: 56 años.
Papel en la celebración: Interiorista.
Trayectoria: Catedrático en la Politécnica de Madrid, 12 premios en su currículo. Proyecta el nuevo teatro de ópera de Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de mayo de 2004