A la señora del vestido verde no se le ha ofrecido jabugo. En la mesa imperial, -que así se llama la que preside una comida de gala-, todo está perfecto. Bien, que pase el segundo plato. Carmelo Pérez, director de Jockey, andará atento a estas preocupaciones cuando dirija el banquete de la boda del príncipe, con 1.400 invitados. Este zamorano de maneras llanas cavila desde hace cinco meses "para que no falte la sal, la pimienta, ni el agua de azahar" el día 22. Cuenta con la experiencia de haber organizado comidas de 1.650 comensales. Una vez más tendrá que asegurar que la carne llegue caliente a la mesa, las copas nunca estén vacías, y los comensales celíacos coman sin gluten de trigo. Para ello se necesita previsión y control. Carmelo Pérez escucha, reflexiona y manda. Siempre se mantiene vigilante.
Carmelo Pérez
Edad: 52 años.
Papel en la celebración: Organizador del banquete.
Trayectoria: Encargado de las cenas de gala de los reyes desde hace 18 años.
Su 22 de mayo comenzará a las 4.30. Sin pausa posible, un tropel de 35 cocineros y pinches, 300 camareros y 25 bodegueros trabajarán con él para que en esta boda de postín el asunto del yantar y del beber esté preparado cuando ralle el día.
"Señor, ha venido la panadera para las pruebas". Carmelo Pérez entra en su pequeña oficina para comprobar cuál de los panes candeal que ha cocido la mujer encaja mejor con las vajillas de palacio.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de mayo de 2004