El hombre que pasado martes mató a una mujer y después se ahorcó en Barcelona no mantenía una relación sentimental con la víctima, según sostiene la policía. La investigación sigue su curso y apunta a que ambos simplemente se conocían. La policía descarta que la mujer fuera prostituta.
Mario P. L., de 36 años, y que se hallaba bajo tratamiento psiquiátrico, asfixió a la mujer, Mari Carmen G. R., de 40 años, separada y madre de dos hijos, y después, tras avisar a la policía, se colgó con una cuerda en la terraza del patio interior del piso de un tío suyo, que padece sordera.
El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Barcelona ha abierto diligencias por la muerte de Mari Carmen G. R. En ellas tampoco consta vínculo afectivo alguno entre la víctima y su presunto agresor, por lo que en la instrucción del caso el juez plantea el delito de homicidio pero no el de violencia doméstica.
Mario P. L. fue detenido el año pasado por intento de asesinato de otra mujer. Sin embargo, el juez le puso en libertad bajo fianza, pendiente de juicio, después de calificar los hechos como agresión sexual y lesiones psíquicas. Tampoco había una relación sentimental entre esa mujer y Mario, sobre quien pesaba no obstante orden de alejamiento de la mujer hasta la fecha del juicio, que se iba a celebrar próximamente.
Los vecinos del tío de Mario estaban ayer consternados con la noticia. Uno de ellos contó que Mario acudía esporádicamente al piso para ayudar a regar y cuidar las plantas, tras finalizar su jornada laboral. Otra de las vecinas explicó que Mario era muy educado y trabajaba en el negocio de la restauración. Nadie del inmueble, sin embargo, conocía a Mari Carmen ni la había visto nunca. Mario vivía con sus padres y su hermano en una calle próxima.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de mayo de 2004