La compañía Iberdrola apenas pudo llevar a cabo ayer unas mediciones topográficas de terreno donde pretende iniciar la línea de alta tensión entre Castelló de la Ribera y Gandia, dado que el alcalde, Alfred Gregori, se personó rápidamente con un decreto de alcaldía y varios agentes locales y ordenó la paralización de los trabajos. Los operarios de esta empresa eléctrica ni siquiera tuvieron tiempo de utilizar una máquina excavadora trasladada hasta el camino de Santa Ana, en las inmediaciones de la subestación eléctrica que posee Iberdrola en este municipio de la Ribera Alta. Iberdrola y el Ayuntamiento de Castelló de la Ribera mantienen un largo litigio por la licencia de obras.
Mientras la compañía eléctrica anunció su intención de comenzar los trabajos basándose en una resolución del Tribunal Superior de Justicia valenciano que le reconocía sus derechos, Gregori advirtió que la sentencia judicial "está recurrida en casación" y "no es firme".
En la batalla frente a Iberdrola participan además de este consistorio, los Ayuntamientos de Rafelguaraf y Manuel de la Ribera Alta, además del de Barxeta (La Costera) que reivindican que la línea "debe ir enterrada".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de mayo de 2004