La Diputación de Guipúzcoa rindió ayer homenaje a los más de 600 trabajadores de la institución foral que fueron "depurados y represaliados" tras el levantamiento militar franquista de 1936. Fue un acto en el que participaron como protagonistas seis antiguos trabajadores: tres telefonistas y tres miqueletes. "La memoria y la identificación con nuestro pasado ofrecen significado, sentido y valor a nuestra existencia, porque la memoria es parte de nuestra identidad personal y comunitaria", dijo el diputado general de Guipúzcoa, Joxe Joan González de Txabarri, quien abogó por no olvidar el pasado "por doloroso que éste haya sido".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 21 de mayo de 2004