La Casa Blanca y el Partido Popular no han querido hacer público el contenido de las conversaciones mantenidas recientemente en Estados Unidos por el ex presidente Aznar y George Bush. Tampoco se le ha querido dar relevancia política. Todo ello ha sido justificado por la razón de que Aznar, como ex presidente del Gobierno español, es una persona particular. Sin embargo, Aznar ha sido acompañado por miembros del Partido Popular, que además desempeñaron un cargo público hasta muy recientemente.
Por otra parte, el ex presidente recibe un sueldo público en tanto que ex presidente.
Por todo ello, no parece que ni la visita esté despolitizada ni que el ex presidente sea un particular. El ex presidente, como todos los ex presidentes, es y será por el resto de sus días un símbolo del país, un representante público sui géneris con un sueldo público.
El señor Aznar tiene todo el derecho a discrepar de las políticas del Gobierno, pero sus opiniones no pueden pasar como particulares y despolitizadas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 22 de mayo de 2004