Los mínimos anuales marcaban el inicio de la semana bursátil arrastrado por el mercado asiático, pero el optimismo de Wall Street se contagiaba en las dos siguientes sesiones: la fuerza del rebote permitía que las caídas de los sectores más agresivos, fundamentalmente tecnología, seguros y consumo cíclico fueran más que compensadas. Sin embargo, el saldo semanal acaba favoreciendo a los defensivos: servicios financieros, industria y telecomunicaciones se anotan las mayores ganancias. El sector que pierde más posiciones una vez más vuelve a ser energía (-0,9%), afectado por las declaraciones de la OPEP que ha reconocido su limitada capacidad de influencia sobre el precio del crudo, dado que la actual oferta excede la demanda mundial, según las últimas estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 23 de mayo de 2004