Su camiseta era una de las más solicitadas por la plantilla zaragocista tras el partido. El 10 del Barcelona hizo ayer gala, una vez más, del dorsal que lleva a su espalda, un número mágico en el mundo del fútbol porque lo vistieron Pelé y Maradona, y jugó al fútbol como a él le gusta. El peligro en la portería del Zaragoza llegó por la banda izquierda, la de Ronaldinho. El brasileño se despidió de la temporada con una sonrisa y dejando a su equipo en el segundo puesto de la Liga.
De las botas de Ronaldinho nació el único gol del Barça al conseguir despistar por completo a Rebosio y enviar el pase perfecto a Xavi, que lo cedió a Saviola. El brasileño fue la peor pesadilla de la defensa del Zaragoza, sobre todo para el peruano Rebosio, que llegó a pedir ayuda a Álvaro antes de ser sustituido y dejar la papeleta de su marcaje a Ponzio y Álvaro.
Pero el delantero brasileño tuvo muchas más dificultades para acercarse al área zaragocista en la segunda mitad, en parte porque el central Álvaro le conoce muy bien. Coincidieron de juveniles en la selección brasileña, pero ayer la nostalgia quedó decididamente atrás.
Gracias a una falta de Álvaro sobre Ronaldinho, el jugador del conjunto catalán pudo lanzar el primer libre indirecto del partido. No metió gol, pero hizo temblar a un debutante en Primera en la noche de ayer, el portero del Zaragoza, Jorge Zaparaín. El guardameta, natural de la capital aragonesa, jugó por primera vez en su carrera en la máxima categoría del fútbol español.
El entrenador del conjunto aragonés, Víctor Muñoz, decidió que Zaparaín viviera un día para el recuerdo en la última jornada del campeonato, cuando el Zaragoza, seguro en Primera, ya no se jugaba nada. El joven portero, tras entrenarse toda la Liga con el primer equipo, vio su esfuerzo recompensado.
Ayer fue un testigo de excepción de cómo sus compañeros no se resquebrajaban ante el subcampeón y siempre recordará que debutó ante uno de los mejores jugadores del campeonato, Ronaldinho. Pero su inexperiencia no dejó paso a la inseguridad y atrapó con fuerza los lanzamientos de veteranos y laureados jugadores de la máxima categoría. Al final, visto el marcador, Zaparaín le pudo a Ronaldinho.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de mayo de 2004