La Conferencia Internacional de Solidaridad con los presos políticos, organizada por el Movimiento pro Amnistía del País Vasco, concluyó ayer con una declaración en la que se afirma que "la violencia utilizada para la liberación" de personas o pueblos oprimidos "no vulnera los derechos humanos". El texto no precisa si la justificación del recurso a la violencia se limita a casos extremos de opresión o se extiende también a países donde existen cauces democráticos de expresión. "El derecho a la resistencia es una reacción de las personas oprimidas totalmente legítima, a pesar de que pueda resultar violenta en las formas", se dice en la declaración, informa Efe.
En el foro participaron representantes de organizaciones de países con situaciones tan diversas como Palestina, Córcega, Suráfrica, Irlanda, Turquía, Argentina, Estados Unidos o Euskadi. La declaración achaca el origen de los conflictos al intento de "asimilación" de los pueblos por parte de los Estados y sostiene que "la violencia de defensa no se puede analizar desde el punto de vista de la ley o de los límites" que para sí adoptan los Estados. En las jornadas se anunció que la nueva "interlocución" de ETA en las cárceles la forman los presos Juan Lorenzo Lasa Mitxelena Txikierdi, Daniel Derguy, Argi Perurena y Anabel Egües.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 24 de mayo de 2004