La zona norte de la provincia de Córdoba incluye las comarcas de Los Pedroches y Valle del Guadiato. Se trata de un área de escasa densidad de habitantes; esta circunstancia que, para muchos de sus habitantes, puede ser positiva, otros se empeñan en hacerla negativa. La escasa densidad poblacional es utilizada por la Administración como argumento a favor para que nuestra comarca sea escogida como posible ubicación del cementerio de residuos radiactivos de alta actividad; pero el mismo parámetro es utilizado también para negarnos un Conservatorio de Música de Grado Medio, que se sumaría al de Córdoba y al de Lucena, en la zona sur.
Desde hace cinco cursos viene funcionando con carácter experimental en el Conservatorio Elemental de Música de Pozoblanco los dos primeros cursos del citado Grado Medio, pero se nos viene negando de forma continua la implantación definitiva. Las primeras razones fueron que debía haber unos 100 alumnos inscritos en el primer curso; después, que debía existir una escuela de música. Ante tales peticiones, se ha respondido: este curso hay 92 jóvenes inscritos; la Mancomunidad de Los Pedroches ha decidido implantar una escuela de música. El 17 de mayo, 41 alumnos del Conservatorio Marcos Redondo acudieron a Córdoba a realizar las pruebas para acceder al Grado Medio. ¿Tendrán que desplazarse niños de 13 a 15 años más de 200 kilómetros, tres días a la semana, para seguir los estudios musicales como hacen los alumnos de 3º y 4º?
En una reciente entrevista con la Delegada de Educación en Córdoba, se le sugirió que, al menos para el próximo curso, se implantara el tercero de Grado Medio, también con carácter experimental, ya que sólo suponía incrementar la plantilla en tan sólo un profesor de Lenguaje Musical. La propuesta a las 20 horas de un lunes le pareció sumamente interesante, pero 12 horas después comunicó que era imposible atender tal petición.
No entendemos cómo se vocea a los cuatro vientos la segunda modernización de Andalucía, el ordenador por cada dos alumnos, la apertura de centros escolares por la tarde, y no haya presupuesto para un sólo profesor y que durante más de cuatro años no se cumplan las promesas que hicieron el anterior consejero, señor Pezzi, y la anterior delegada de Educación en Córdoba.
Si tenemos en cuenta que la decisión de crear un nuevo centro o de implantar un nivel de estudios es una decisión política, ¿por qué somos los padres los que tenemos que buscar desesperadamente una solución y no son nuestros políticos quienes lo hacen?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 25 de mayo de 2004