Los que hoy exigen diálogo y consenso para derogar el trasvase del Ebro, son los mismos que ayer decían (perdón por la expresión, pero lo decían así) que el trasvase "se hará por huevos". No cabe duda de que el cambio ha sido a mejor. Al menos en las formas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de mayo de 2004