La titular del juzgado número 4 de Castellón ha decidido la suspensión cautelar de las obras del futuro aeropuerto de Castellón, con lo que considera que éstas vulneran la declaración de impacto ambiental (DIA). La Colla Ecologista de Castellón-Ecologistas en Acción presentó, hace un mes, una denuncia en la que acusaba a la empresa adjudicataria del proyecto de realizar obras durante un período prohibido expresamente por esta declaración, que preservaba el periodo de nidificación en el lugar de una especie protegida, el aguilucho cenizo.
El documento de la declaración de impacto ambiental, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, señalaba, como medida correctora, la prohibición de realizar trabajos de movimiento de tierra o desbroce en el área delimitada para la construcción del aeropuerto de Castellón entre el 25 de marzo y el 15 de septiembre, con el fin de preservar el tiempo de nidificación de una especie protegida, el aguilucho cenizo. Sin embargo, Concesiones Aeroportuarias, participada por Lubasa, FCC y PGP, no ha cesado en los trabajos hasta el momento, que tendrá que detenerlos por orden judicial.
La posibilidad de una paralización de las obras está contemplada incluso en el contrato de adjudicación que señala que, en el supuesto de que los trabajos fueran paralizados o suspendidos por razones medioambientales "por resolución de cualquier autoridad administrativa o judicial", la causa no es achacable a la empresa. Además, el documento indica que, en el caso de paralizarse por motivos medioambientales no imputables a la concesionaria, la Diputación de Castellón y la Generalitat están obligados a "restablecer el equilibrio económico del contrato".
El principal impulsor del proyecto, el presidente de la Diputación de Castellón, Carlos Fabra, afirmó que la empresa contaba con una autorización especial emitida por la Consejería de Territorio y Vivienda que le eximía de cumplir el requisito fijado en la declaración de impacto ambiental. Ante sus declaraciones, la juez requirió tanto a la empresa adjudicataria como a Aerocas, la mercantil promotora del proyecto (formada por la Diputación de Castellón y la Generalitat), que presentara la documentación referente a dicha autorización. La respuesta de Aerocas fue que contaba con un acuerdo "medio verbal" de la Consejería de Territorio para continuar los trabajos.
Después de que tanto el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil como los propios denunciantes presentaras pruebas del trabajo que estaban realizando las máquinas y de la presencia del aguilucho cenizo en la zona, la juez remitió al fiscal la documentación para, finalmente, exigir la paralización cautelar.
Pese a que Fabra ha ironizado en más de una ocasión con la presencia de esta rapaz protegida, hace unos días admitió, por primera vez, la presencia de ejemplares de aguilucho cenizo en la zona de obras del aeropuerto, proyectado entre los municipios de Vilanova y Benlloch, y en el que en alguna ocasión Fabra ha mostrado disposición a modificar el proyecto para, además de acoger el tráfico turístico, convertirlo en "un referente como centro de carga a nivel internacional".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de mayo de 2004