Colombia ha empezado una conquista de Europa a través de la fruticultura. Quiere dar a conocer sus 73 variedades de frutas exportables e incorporarlas a los hábitos de consumo europeo. El proyecto tiene tres objetivos básicos: ayudar a la economía de 100.000 familias cultivadoras y sus regiones, afrontar mejor la próxima entrada en vigor de los acuerdos económicos de libre comercio y ser alternativa en la sustitución de cultivos ilícitos de drogas.
El país suramericano es el primer productor de frutas tropicales frescas de América, a las que dedica unas 200.000 hectáreas y una producción que sobrepasa 2,5 millones de toneladas. La estrategia de conquistar el paladar de los 450 millones de europeos ya empezó con degustaciones por toda Europa y este es el año del desembarco. Después llegarán las exportaciones con unas cifras previstas para el primer año de dos millones de euros. En 2005 se esperan cuatro millones, hasta tratar de doblar esta cifra año tras año, según Carlos Rico Rincón, gerente de Asohofrucol, asociación colombiana del sector.
De las 73 variedades de frutas comercializadas en Colombia ya se ha trabajado el protocolo para cinco especies: mango, uchuva, pitahaya, tomate de árbol y limón tahití (más pequeño, ácido y jugoso que los normales). La primera exportación formal empezó este mismo mes a España donde llegarán, en principio, 17.000 kilos mensuales de mango. Asímismo se elaboran, junto con Francia, metodologías para obtener la certificación de origen de estos productos.
El optimismo del éxito de la exportación se basa en que "Europa tiene una mayor cultura de consumo de frutas, con respecto a Estados Unidos. Existen, además campañas para fomentar el consumo como alimentos fundamentales para el mejor funcionamiento del organismo", afirma Alberto Guzmán Salazar, representante de la Comercializadora Internacional Frucol colombiana ante la UE. La demanda de estas frutas, agrega Guzmán, se debe también al aumento de los inmigrantes que están más familiarizados con estos sabores, a la solicitud de los restaurantes de alta cocina (las ofrecen como fruta fresca, en postres o sorbetes) y por tiendas de arreglos ornamentales que las utilizan como alternativa a las flores, o combinadas con ellas.
Estas previsiones están basadas en la acogida que tuvo este proyecto en octubre pasado durante la Feria de Alimentación de Anuga en Colonia (Alemania), cuando Asohofrucol se presentó en el continente a través de la CI Frucol, creada expresamente para estas funciones de exportación. "El potencial es inmenso por la abundante oferta nacional y por la fortaleza del euro. Desde el punto de vista económico nos va a permitir tener una generación de divisas y empleo significativo para nuestro país", agrega Rico Rincón.
La ventaja de Colombia es que su clima le permite cosechas de productos que se cultivan tanto en regiones costeras, sabanas, zonas andinas, incluidas las más frías, durante todo el año. A pesar de ello, Colombia tiene poca experiencia en negociaciones internacionales más allá del café, algo que el gremio del sector se está esforzando en mejorar. El fomento de la fruticultura está incluido en el llamado Plan Colombia, el programa de sustitución de cultivos ilícitos a causa del narcotráfico. En los últimos meses, se han recuperado 350 hectáreas que se han replantado con frutales cálidos y templados.
Colombia, dicen Rico y Guzmán, espera que de la misma manera como el café colombiano es considerado el más suave del mundo, sus frutas sean reconocidas como "las del sabor incomparable".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 29 de mayo de 2004