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OPINIÓN DEL LECTOR

Se les ve el plumero

Les escribo en relación a la noticia publicada en su periódico el 26 de mayo con el título La Comunidad destina 910.000 euros al arreglo de tres iglesias. Y mi aportación es la siguiente:

He leído que la Comunidad ha decidido destinar 910.000 euros de las arcas regionales al arreglo de tres templos o lugares de culto (que no iglesias, entendiendo el uso que hacen los escritores bíblicos de esta palabra) de una determinada confesión religiosa de nuestro país. Un país que se denomina constitucionalmente laico, pero cuyos gobernantes siguen gastando el dinero de los impuestos de los madrileños, y por extensión de todos los españoles, en arreglos de templos de la religión "oficial". Una religión oficial que ya recibe miles de euros de nuestros bolsillos.

¿No tienen suficiente con lo que ya reciben de lo que el Estado deriva cada año? Es que el bolsillo tiene un agujero por el que se pierden miles de euros, porque no hace falta ser muy listo y observar el patrimonio del que dispone la Iglesia católica.

Hemos vivido cómo se han procurado quitar "los monopolios empresariales", por entenderse que no era un trato equitativo hacia la competencia.

Y no es que yo me sienta en competencia con la religión oficial, pero me parece que es una deslealtad hacia los ciudadanos de Madrid que se destine dinero de nuestros bolsillos para arreglar algo que debiera ser a título particular, como cualquier ciudadano que decide arreglar su vivienda particular por los deterioros que produce el paso del tiempo.

Oficialmente, el Estado, según declara nuestra Carta Magna, es laico; en la práctica cotidiana se percibe que esto no son más que palabras a las que no se les tiene ningún tipo de respeto. ¿No se está produciendo una situación de abuso de poder? A mi modesto juicio, creo que sí. Yo me siento robado con esta decisión del Gobierno de nuestra Comunidad, destinando semejante cantidad de nuestro dinero para arreglar algo que se tendría que hacer con el dinero que ya se da del impuesto de todos los españoles, y si no, con el dinero de los fieles que habitualmente se congreguen en sus templos.

Evidentemente, con decisiones de este tipo lo único que está evidenciando el equipo de Gobierno de la señora [Esperanza] Aguirre es que finalmente hará lo que bien le pareciere, Por encima de la ley (apelando a un título cinematográfico), ya que constitucional y legalmente está prohibido favorecer, ya sea públicamente o no, a ningún tipo de confesión religiosa, ya que no debiera existir ninguna oficial.

Si se quiere ser ecuánime, que no se es, ¿por qué no se hace lo mismo con otras confesiones (no digo que se deba hacer), en vez de derribar lugares de culto, por ejemplo evangélicos? Lo que está claro es que tanto esto como la situación del templo del barrio del Pilar que nuestro anterior alcalde defendió a capa y espada, lo único que pone de manifiesto es el talante del Gobierno de nuestra Comunidad: abiertamente desleal, no sólo con sus ciudadanos, sino, peor aún, con la expresión oficial de nuestra Carta Magna, que propugna la igualdad de todos los ciudadanos en un estado aconfesional.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 30 de mayo de 2004