La compañía Repsol ya tiene todo preparado para acometer de inmediato un reto tecnológico sin precedentes en el mundo: rescatar las 13.000 toneladas de fuel hundidas en los tanques del Prestige a casi 4.000 metros de profundidad. Tras varias semanas de pruebas en el lugar donde se encuentra el pecio del petrolero, que se fue a pique el 19 de noviembre de 2002 a unos 200 kilómetros de la costa gallega, la operación se iniciará esta semana, según informó ayer la agencia Efe citando fuentes del Comisionado del Gobierno para la catástrofe. Las previsiones iniciales son que la misión se prolongue durante unos cinco meses.
Los ensayos realizados por el buque Polar Prince, que será la base de operaciones, han resultado satisfactorios y la compañía petrolera espera cumplir el calendario al que se había comprometido con el anterior Gobierno. El plan anunciado desde hace meses era emprender la descarga en mayo para aprovechar los meses de bonanza meteorológica en la zona. El sistema será el conocido, mediante cinco grandes depósitos rígidos o lanzaderas que absorberán el fuel a través de cuatro orificios abiertos en los tanques del pecio. Junto al Polar Prince participarán el buque Odín, dispuesto para almacenar el hidrocarburo, y dos remolcadores dotados de equipos anticontaminación por si se produjera algún derrame. El coste de la operación, en la que participarán entre 150 y 200 personas, se calcula en casi 100 millones de euros. Repsol confía en retirar con sus lanzaderas el 90% del contenido de los tanques y eliminar el resto mediante técnicas de biorremediación, microorganismos que devoran el fuel.
Por otra parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha comprometido ante un grupo de cofradías de pescadores gallegas a reformar el decreto sobre el pago de indemnizaciones por la catástrofe. Zapatero se entrevistó con los representantes del sector el pasado sábado en Vigo, aprovechando su presencia para un mitin electoral. Según informaron ayer las cofradías, el presidente ha aceptado crear un fondo de compensación para afrontar hipotéticos daños futuros. El Ejecutivo del PP puso como condición para que los pescadores cobraran las indemnizaciones anticipadamente una renuncia expresa a reclamar cualquier perjuicio en el caso de que las secuelas de la catástrofe afectasen a las capturas a largo plazo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de mayo de 2004