Unos 1.200 policías municipales y nacionales, bomberos, guardias civiles, militares, sanitarios y voluntarios de los servicios de emergencias y de Cruz Roja, operarios de limpieza, médicos de urgencia, forenses, psicólogos, empleados de Renfe y hasta vigilantes jurados participaron ayer en la carrera convocada en recuerdo de las víctimas del 11-M. La marcha, de 12 kilómetros, discurrió desde la estación de Santa Eugenia, pasando por la de El Pozo y por la calle Téllez, hasta Atocha. La intención: demostrar así su cariño a las víctimas de los atentados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de mayo de 2004