La idea de la ampliación del horario de apertura de Metro los fines de semana las 24 horas es descabellada y hasta temeraria, y más desde el punto de vista de mi profesión, vigilante de seguridad, en dicho servicio.
Sólo faltaba que pusiesen los locales y discotecas en los vestíbulos de las estaciones, para que así no se tuviese ni que salir de Metro.
Vamos, por si no fuera bastante con las vejaciones, insultos y agresiones que venimos sufriendo a diario. Por eso, un no rotundo a esa propuesta.
Señores del Partido Popular, del Partido Socialista Obrero Español..., dejen de jugar desde sus despachos a las damas (me como una y cuento veinte) y vayan a cualquier estación del centro un sábado a la 1.00 o un domingo a las 6.30 a ver si merece la pena tenerlo abierto toda la madrugada.
Y, por favor, sobre todo tengan en cuenta la opinión de la gente alguna vez.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de mayo de 2004