Han unido sus ganas de peregrinar y sus aviones y les ha salido el Camino de Santiago aéreo. Los pilotos de la asociación deportiva Jacob 52 llegarán el martes a Santiago después de tres días identificando desde el aire los puntos más significativos de la ruta histórica que entra a España por Irún.
Ocho de sus trece aviones Yak 52, diseñados en la extinta Unión Soviética y construidos todavía en Lituania y Ucrania, aterrizaron ayer en el aeropuerto de Foronda. Llegaron en dos oleadas de cuatro aviones, en formación, con sus motores radiales de 360 caballos bramando sobre el cielo encapotado de Vitoria. "Hemos salido de Burgos con mucho calor y a esto, ¿como lo llaman, Siberia-Gasteiz no?, bromeaba un piloto, que sentía frío a pesar del algodón del mono de vuelo.
La mayoría de ellos tienen a sus espaldas miles de hora de vuelo en toda clase de aparatos de hélice y a reacción. Hay ex militares que pilotaron el único reactor diseñado en España, el Saeta, otros que pilotaron cazas F-5, y varios más que están ahora al mando de grandes aviones comerciales de pasajeros.
La única mujer del grupo, Eva, es comandante de un Boeing 757. Y también están los que llevan clavada la afición por la aviación y no tienen nada que ver profesionalmente con ella, como el piloto Luis Vargas, en quien coincide además su pasión como peregrino a pie del Camino de Santiago, o Salva, el jugador de fútbol del Málaga, quien ayer llegó a la capital alavesa a los mandos de uno de los espectaculares Yak 52.
El próximo martes en Santiago todos irán a misa, a pesar de que los colores de los aviones hacen pensar más en una invasión laica que en un acto religioso. Algunos conservan
todavía la iconografía comunista original.
El presidente de la Asociación Alavesa del Camino de Santiago, Ramón Loza, les hizo entrega ayer a pie de pista de las credenciales de peregrinos. Los miembros de la única patrulla acrobática civil de España parten hoy rumbo a Santander.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de mayo de 2004