En plena guerra fría surgió Le Monde Diplomatique, una publicación mensual cuya mancheta incluía la siguiente precisión: "Periódico de los círculos diplomáticos y de las grandes organizaciones internacionales". La economía y los temas de sociedad y cultura se han sumado a los de política internacional en una publicación que ha cumplido este mes sus primeros 50 años de existencia, caracterizada ahora por la crítica a la globalización y el periodismo a contracorriente.
Le Monde Diplomatique es un medio rentable, que difunde 238.886 ejemplares mensuales según cifras de 2003 certificadas por la OJD (5,3% más que el año anterior), sumando la venta en Francia y la exportación desde este país. La tirada es mucho más importante si se tienen en cuenta sus ediciones en 24 idiomas, el español entre ellas, repartidas por el planeta.
Fue creado por el fundador del diario Le Monde, Hubert Beuve-Méry, y funcionó como una parte más de este vespertino muchos años. Luego tuvo una redacción diferenciada y a partir de 1996 se convirtió en filial de Le Monde, que controla el 51% de su capital. Otro 25% pertenece a una sociedad de lectores, Amigos de Le Monde Diplomatique, que además protagoniza una considerable actividad cultural.
El resto del capital se encuentra en manos del equipo que realiza el periódico, que se declara respetuoso de la concepción del periodismo en la época fundacional, "hecha de rigor, de exigencia y de verdad", pero no renuncia a "proponer una información que no se encuentra en otros sitios" y tiene la clara conciencia de estar haciendo una publicación política. "Todo periódico es político", asegura su director, el español Ignacio Ramonet.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 31 de mayo de 2004