Cuando leí el pasado 26 de mayo que los pescadores de Barbate habían tirado por el suelo 50.000 kilos de boquerones recién pescados, me fui a consultar por Internet el Código Penal para ver qué pena les caería, llegado el día del juicio, a semejantes destructores del medio ambiente. Pero me llevé la sorpresa de que no es delito. Que puedes sacar del mar, de nuestras aguas territoriales y de fuera de ellas, miles de toneladas de pescado y tirarla por el suelo y no es delito. Y mañana repetirlo y pasado mañana igual o más y no es delito. Aunque estén acabando con los recursos marinos, no es delito. Aunque estén quitándoles el futuro a sus propios hijos, no es delito. Aunque haya gente que pase hambre a no muchos kilómetros de Barbate, no es delito sacar del mar los miles de kilos de pesca que quieras y tirarla por el suelo. Aunque quizás sea una infracción merecedora de sanción administrativa, pero no tengo la más mínima esperanza. Pues nada, a seguir esquilmando y pescando en demasía, y si después el precio que pagan no interesa, se tira la pesca y aquí paz y después gloria.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de junio de 2004