El Gobierno argentino tiene prácticamente definida una nueva propuesta para los acreedores de la deuda privada (89.000 millones de dólares), en suspensión de pagos desde diciembre de 2001, que mejora la oferta presentada en septiembre pasado, al incluir el pago de intereses atrasados.
Argentina propuso entonces pagar el 25% del total, es decir, unos 23.000 millones de los 89.000 que adeuda, y ahora añade un montante similar a su oferta inicial, que son los intereses acumulados de esa deuda. Los acreedores internacionales, incluyendo los de España, aún consideran que la nueva oferta es insuficiente.
Aunque el Gobierno ha evitado precisar detalles de la nueva propuesta, algunos medios aseguran que mejoraría sustancialmente la oferta del 75% presentada en septiembre pasado en Dubai, en el marco de la reunión del FMI. Otro aspecto de la propuesta que se entregará a los acreedores es un premio para aquellos bonos que se ajusten a la evolución del PIB (producto interior bruto). El Gobierno apuesta a que la nueva oferta tenga como mínimo un 60% de aceptación de los acreedores, que están convocados en Buenos Aires a partir del 8 de junio. El problema es que la iniciativa se presenta poco menos que en términos de ultimátum, es decir, como la única oportunidad de los acreedores de cobrar.
El Comité Global de Acreedores, que agrupa a los inversores que detentan 37.000 millones de dólares en títulos de deuda argentina, advierte de que no aceptará hechos consumados e insiste en que la quita de la deuda en un país como Argentina no debe superar el 50% sobre el valor presente.
La propuesta que tiene en sus manos el Gobierno diferencia a los acreedores entre institucionales e individuales, y entre argentinos y extranjeros. En la primera categoría hay sobre todo fondos de pensiones, que representan en conjunto el 25% de la deuda en manos privadas. El segundo grupo lo constituyen los ahorradores locales (25%), que tienen una amplia gama de títulos de corto plazo, más los tenedores individuales italianos, alemanes y japoneses (20%), y por último
los extranjeros, donde la parte del león la tienen grandes fondos de inversión (30%).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de junio de 2004