"El preámbulo del proyecto de Constitución Europea menciona la inspiración de las herencias culturales, religiosas y humanistas de Europa como fuentes que han hecho arraigar en la sociedad el lugar primordial de la persona. La mayoría de los Gobiernos presentes en la Conferencia Intergubernamental quiere mencionar la herencia judeo-cristiana junto a la referencia religiosa. La razón es muy simple: reconocer lo obvio. El cristianismo, con sus luces y sombras, es un elemento integrante del humanismo europeo que pone a la persona en el centro de sus preocupaciones. La herencia cristiana debe figurar en el preámbulo de la Constitución Europea sin perjuicio de otros valores religiosos y culturales, y sin perjuicio de que se reconozca la libertad de culto".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de junio de 2004